Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales en https://adamcjjg244057.thenerdsblog.com/44534505/por-qué-zidane-le-dio-un-cabezazo-a-materazzi